29 de enero de 2012

MISS

Foto: Marcos Arnau, 2012

    No se a quien se lo contaba, el tema es que leyendo “el otro día”, nos dimos cuenta de que a veces solo hace falta algo tan sencillo como un complemento y algo no tan sencillo como mucho morro, para conseguir cualquier cosa.

    Esta vez nuestro complemento fue una banda en la que ponía “miss policía 20”, el morro…, bueno eso es algo que tampoco nos costó mucho, eso es algo, que nos caracteriza.

    Sindy, Lomana y yo, estábamos en Salou, se trataba del cumpleaños sorpresa de Sindy y uno de nuestros regalos, quizá el más útil, fue esa banda (ella esta opositando para policía). El caso es que gracias a ese trozo de tela customizado por nosotros y comiéndole la cabeza a cada relaciones diciendo que nuestra amiga acababa de aprobar las oposiciones (cosa que es totalmente mentira, de momento), conseguimos entrar gratis a cada uno de los pubs de esa zona, chupitos y entradas a Pacha. Lo mejor es que hicimos eso las cuatro noches restantes, sí, cuatros noches de gratis en un sitio donde no conocíamos a nadie.

    A ella no le hacía mucha gracia tener que colocarse la banda cada noche, pero, si algo funciona ¿por qué cambiarlo?.

P.D: por cierto dentro de todas las cosas que conseguimos, también conseguimos que nos cambiasen ese televisor por otro de pantalla plana. (adjunto bajo la prueba de ello)


23 de enero de 2012

Primeros pasos

Foto: Marcos Arnau 2012

    El otro día lo recordaba con mi tía  Adalgisa. Corría el año 1999, Estopa lanza su primer álbum y con él comienzan su gira de conciertos, allí estaba yo, a punto de cumplir 10 años y a la vez que Estopa empezaba con su carrera musical yo empezaba a entrenarme como “actor”, este es uno de los primeros debuts con los que conseguiría algo a cambio de echarle un poco de morro. 
    Estábamos en casa de mi abuela, mi primo Deivid (un año menor) y yo. Intentábamos convencer a nuestras madres de que nos dejasen ir al concierto de, por aquel entonces nuestros ídolos, ESTOPA. Mi tía Adalgisa se ofrecía a llevarnos, era nuestro primer concierto y a ella solo tuvimos que decirle la siguiente frase: 
-Si nos llevas al concierto serás nuestra tía preferida para siempre. (Se le caía la baba, éramos muy fáciles de querer, y esta foto nuestra, refleja exactamente esto)
    Finalmente convencimos a nuestras madres, rápidamente preparamos unos bocadillos y nos fuimos hacía la plaza de toros de Valencia, por el camino íbamos ensayando la que sería nuestra coartada al llegar. Evidentemente no teníamos entradas, pero piénsalo, si tuviésemos, esta historia perdería toda la gracia.
    Todo estaba ensayado, un poco de saliva en los ojos, cara triste y uno a cada lado de mi tía. Nos acercamos a la entrada, la cola daba la vuelta a la plaza, pero nosotros fuimos directamente a la puerta por donde pasan los artistas, la puerta grande, justo al lado de las taquillas. Allí nos recibió un seguridad al que ella le contó la historia de que le acababan de atracar y le habían quitado la cartera con las 3 entradas, ella no había podido impedirlo porque iba con nosotros dos y no se iba a poner a discutir, pero claro ahora nosotros, nos habíamos quedado sin poder ver el concierto. El seguridad llamó a alguien por su walkie talkie, al que tuvo que repetirle la historia, añadiendo que llevábamos la cena preparada, que a los chiquillos les hacía muchísima ilusión y que nos habíamos quedado super despagados. Así que comencé a llorar y mi primo Deivid, me siguió. Aquel hombre enseguida nos preguntó si teníamos ganas de ver a nuestros cantantes favoritos. 
    No se a quien se lo contaba, lo siguiente que recuerdo fue estar entrando por ese lateral y sentándonos en primera fila. Supongo que ese es uno de los episodios que hace que hoy siga echándole morro a las cosas que quiero, y te aseguro que no me va nada mal. 


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17 de enero de 2012

Escondite


    El otro día estábamos en clase de lenguaje y práctica musical, tocaba solfeo, así que Cañizares, nuestro profesor, nos pidió que no armásemos mucho jaleo mientras  él bajaba a secretaria para hacer las fotocopias de una partitura. Solía tardar entre 5 y 10 minutos, así que se nos ocurrió escondernos detrás de su mesa de forma que cuando llegase, no nos viera. Cogimos las mochilas, los libros, las chaquetas y nos metimos todos detrás de la mesa del profesor, era realmente gracioso ver a toda la clase en un espacio tan reducido, estábamos muy apretados, pero conseguimos hacer que la clase pareciera vacía.

    Esperamos en silencio a que él llegase, estábamos ansiosos por ver su reacción desde los huecos que nos permitían los pupitres. Apenas veíamos la puerta, pero merecía la pena. Al poco tiempo empezamos a escuchar sus pasos por las escaleras, ya estaba cerca, entró por la puerta con las fotocopias en la mano y del mismo modo que entró, salió corriendo a buscarnos, pensando que nos habíamos ido.

    La verdad es que no nos esperábamos esa reacción, no éramos el tipo de clase que se fuga aprovechando que el profesor se va a hacer fotocopias, o bueno quizá si, pero no era el caso, de modo que conforme salía de nuevo a buscarnos, salimos de nuestro refugio gritando, SORPRESAAA! y empezamos a reírnos.

    Hoy tengo un video que acredita esta anécdota, espero que disfrutéis tanto como los que estuvimos escondidos ese día: 

9 de enero de 2012

Divina Pastora 2012


   
   El otro día, bueno concretamente ayer, se celebraba en Valencia la IV edición de la Divina Pastora. No suelo practicar mucho deporte, pero me gusta estar en forma por lo que en cuanto me dijo Sonsoles de participar, acepté sin pensármelo dos veces, no sabía si aguantaría los 10 km pero yo ya estaba preparándome para correr. Zapatillas running, mallas deportivas, camiseta especial transpirable, un cortavientos y mi cinta de tenista para el pelo, lo tenía todo pero no llegamos a tiempo a recoger el dorsal. 
    Mi casio marcaba 9:25, la carrera empezaba a las 9:30, no íbamos a ponernos los últimos por no llevar algo que apenas tiene importancia en una carrera como es el dorsal acreditativo, así que una vez más, con el morro que nos caracteriza, nos acercamos a uno de los laterales de la zona preferente (de los primeros en salir por la meta), cuando el seguridad de esa entrada nos preguntó por nuestro color para saber si podíamos acceder a esa zona.
    -Naranja! 
     Dije el color que había escuchado decir a los chicos de delante mientras hacía ademan de quitarme el cortavientos como para demostrar algo que no tenía, no sé ni donde debía  tener ese color, quizá en el dorsal, quizá una pulsera, no tengo ni idea, la cuestión es que nos dejó pasar.
    Sí, nos hemos colado de unas 5.000 personas y hemos hecho una carrera de 10 Km en 58minutos. No se a quien se lo contaba pero, ¿no está nada mal no?

4 de enero de 2012

Taller de tecnología

Foto: Marcos Arnau, 2012
    El otro día no se a quien se lo contaba pero este es uno de esos momentos que me encanta recordar.

    Estábamos en el taller de tecnología y a Xuano y a mí se nos ocurrió una de nuestras bromas con las que pasar un rato divertido, lo que no sabíamos era que nuestra broma podía acabar volviéndose en nuestra contra. Asi que empezamos a poner pegamento de barra, al mango de uno de los gatos que se utilizan para sujetar un objeto y poder trabajarlo. Cuando acabamos de poner el pegamento necesario para que estuviese lo suficientemente pringoso, solo teníamos que esperar a que viniese una “victima” que quisiera utilizarlo. Allí estábamos nosotros, Xuano y yo, impacientes, cerca del gato para ver la reacción de aquel que picase, cuando de repente, comenzó a acercarse el profesor, parecía que venía directo, y a medida que él se acercaba, nosotros más nos acercábamos al gato. No podíamos dejar que él utilizase esa herramienta, corríamos el riesgo de llevarnos un buen castigo a cambio de una pequeña broma. El profesor venía directo a nosotros, teníamos miedo, ya estaba muy cerca, y justo al mismo tiempo que nos preguntaba que tal íbamos con el proyecto, Xuano, rápidamente agarró el mango del gato que anteriormente habíamos pringado con pegamento. Con la tensión del momento y viendo que Xuano estaba cogiendo el gato con las dos manos intentando tapar nuestra inocentada, no pude evitar empezar a reírme muchísimo, tanto que el profesor me preguntó por aquello que me hacía tanta gracia y al no poder contestarle le preguntó a Xuano si lo que pasaba era que no sabía manejar el gato y que le demostrase como se utilizaba. Cuando vi que Xuano empezó a girar el gato con las dos manos sin separarlas en ningún momento, haciendo posturas imposibles y restregando toda su mano por el mango lleno de pegamento no pude parar de reír.

    El profesor quiso perfeccionar la técnica de Xuano y le dijo que era mucho más cómodo si lo giraba con una mano y soltando el mango cada vez que diera una vuelta, a lo que mi amigo le respondió que era su forma de hacerlo y que prefería no soltar el mango. Mis carcajadas se multiplicaron por 15 (y no tengo una risa muy discreta que digamos) me tiré al suelo y el profesor acabó su visita diciéndome:

    -Levántate de ahí que luego el suelo huele a mierda…

    Jajajaja, nunca llegó a saber de qué me reía tanto, aún lo recuerdo como uno de los mejores momentos dentro de ese taller.
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    Si no has leído mi anterior publicación, hazlo y juega. Suerte a todos!